Diabetes explicada fácil

¿Qué es la diabetes?

Es una enfermedad crónica caracterizada por un aumento superior a lo normal de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre.

Precisamente se llama diabetes mellitus porque “mellitus” en latín significa dulce.



¿Cómo se diagnostica la diabetes?


El diagnóstico de diabetes mellitus tiene que hacerlo el médico. Se basará en el valor de la glucosa en sangre (glucemia).

Hay cuatro criterios para diagnosticar la diabetes:

1-Glucemia igual o superior a 200 mg/dL realizada en cualquier momento del día con signos típicos de diabetes (poliuria, polidipsia y perdida de peso inexplicable). Es una determinación aleatoria y da igual si ha comido o no o a qué hora se hace la determinación.

2-Glucemia en ayunas (mayor o igual a 8 horas) igual o superior de 126 mg/dL

3-Sobrecarga oral de glucosa (SOG): glucemia igual o superior a 200 mg/dl a las 2 horas de la ingesta de 75 gramos de glucosa en 250 ml . Previamente habrá ayunado de 10 a 12 horas.

4-Hemoglobina glucosilada (HbA1c) mayor o igual a 6,5 %. No se recomienda si el paciente tiene anemia o una hemoglobinopatía. La HbA1c es un valor interesante para el seguimiento de la diabetes porque representa la media de la glucemia en los últimos 2 o 3 meses.

El médico decide qué criterio seguir para el diagnóstico, pero normalmente se usan los dos primeros criterios.

En los criterios 2, 3 y 4 se recomienda confirmar el diagnóstico con una nueva determinación repitiendo la misma prueba.

El método más recomendado es determinar la glucosa en plasma venoso.

Ten en cuenta que en plasma salen cifras un 10 % mayores que en sangre capilar.

Si la medida es dos horas después de comer (postpandrial), los valores son parecidos.

diabetes mellitus


¿Qué tipos de diabetes podemos encontrar?


Diabetes tipo 1:


Suele aparecer en edad infantil y adultos jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad.

Suele presentarse de forma brusca y con la sintomatología típica.

La causa es la falta de producción de insulina.

Necesitan tratamiento con insulina.

Diabetes tipo 2:


Es la más frecuente llegando a ser hasta el 95 % de los casos. Es la que suele aparecer en adultos y ancianos y muchas veces se asocia con sobrepeso u obesidad.

Tiene un componente hereditario importante.

Puede pasar varios años sin diagnosticarse por la falta de síntomas y por progresar lentamente.

La causa es una dificultad para que la insulina consiga introducir la glucosa dentro de las células.

Para compensar este efecto el páncreas produce mayor cantidad de insulina y con el tiempo se agota.

Al principio puede tratarse solo con dieta o medicación, pero a medio o largo plazo puede ser necesario el tratamiento con insulina.

Diabetes gestacional:


Se da en mujeres que previamente no tenían diabetes y dejan de tenerla después del parto.
Predispone a desarrollar diabetes unos años después.

Diabetes secundarias:


Significa que son consecuencia de otras enfermedades o de toma de algunos medicamentos.

Hay dos situaciones que presentan cifras altas de glucemia, pero no llegan a ser diabetes. En este caso se habla de prediabetes. Tienen más riesgo de padecer con el tiempo una diabetes o algún problema cardíaco o vascular.

Estas situaciones de prediabetes son las siguientes:

Glucemia basal alterada:


Glucemia en ayunas entre 100-125 mg/dL en dos o más ocasiones.

Intolerancia a la glucosa:


Glucemia en un test de sobrecarga oral de glucosa (SOG) de 140-199 mg/dL en dos o más ocasiones.

Riesgo elevado de diabetes:


Hemoglobina glicada entre 5,7 y 6,4 % en dos o más ocasiones.

¿Qué causa la diabetes?


La diabetes es causada por un problema en la forma en que el cuerpo produce o utiliza la insulina.

La insulina es una hormona secretada por el páncreas cuando aumentan los niveles de glucosa en la sangre tras la ingesta.

La función de la insulina es pasar el azúcar (glucosa) de la sangre a las células.

En estas almacena la glucosa y después se usa como combustible (fuente de energía).

Si la insulina no actúa bien porque hay una carencia o las células no reaccionan bien ante su acción, la glucosa se acumulará en sangre.

¿Qué síntomas tiene la diabetes?


En ocasiones puede pasar desapercibida especialmente en la diabetes tipo 2 (la más frecuenteI porque suele ser progresiva y dar pocos síntomas.

Por esta razón se aconseja realizar análisis de sangre periódicamente:

En edades superiores a los 45 años cada tres años.

Si hay riesgo aumentado, anualmente: obesidad, familiares de primer grado con diabetes, antecedentes de diabetes gestacional, diagnóstico previo de glucosa basal alterada, intolerancia a la glucosa o riesgo elevado de diabetes, personas muy sedentarias, enfermedades cardíacas o vasculares previas, hipertensión arterial o elevaciones de los lípidos en sangre.

Recuerda que aquí estamos hablando de situaciones previas al diagnóstico. Si ya estás diagnosticado de diabetes y la tienes bien controlada, suele ser asintomática.

¿Cuáles son los síntomas típicos?


Suelen aparecer si los niveles de glucosa son muy altos por no estar diagnosticado o por mal control de una diabetes conocida:

Son síntomas como necesidad de orinar de forma frecuente (poliuria), mucha sed (polidipsia) y pérdida de peso a pesar de comer más de lo normal ((polifagia).



Hay otros síntomas menos evidentes que pueden asociarse a la diabetes como cansancio, piel seca, náuseas, visión borrosa, falta de menstruación (amenorrea), dolor abdominal y predisposición a infecciones sobre todo por cándidas (muguet, vulvovaginitis, balanitis)

¿Qué consecuencias puede tener la diabetes?


Podemos distinguir complicaciones a largo y corto plazo.

La aparición de las complicaciones a largo plazo puede tardar veinte años. Todo dependerá del tipo de diabetes y del grado de control metabólico que haya tenido el paciente durante ese tiempo.

Las complicaciones vasculares pueden ser microangiopáticas o macroangiopáticas.

Las complicaciones microangiopáticas van lesionando de forma progresiva los vasos sanguíneos más pequeños llamados capilares sanguíneos.

Conforme pasan los años, pueden afectar la llegada de sangre a las zonas lesionadas y afectar a la función de los órganos.

Son típicas la afectación de retina (retinopatía), riñón (nefropatía) y sistema nervioso periférico (neuropatía)

Retinopatía diabética:

Lesiones en la retina que pueden llegar a causas con el paso de los años una ceguera.

Ha de hacer controles con el oftalmólogo con la frecuencia que le recomienden según tu tipo de diabetes y si presenta lesiones en el fondo del ojo.

Nefropatía diabética:

La hiperglucemia mantenida caracterizado por alteración de la filtración del riñón dando lugar a la pérdida de proteínas por la orina y que pueda llegar a una insuficiencia o enfermedad renal crónica.

Es más frecuente en la diabetes tipo 2 que en La 1. Es importante el control periódico de la pérdida de proteínas en orina para la detección precoz.

Neuropatía:

Progresa lentamente y los síntomas dependen de los nervios que se vayan afectando.

Puedes presentar hormigueo en las piernas, digestión dificultosa, mareos, palpitaciones.

Una complicación importante es la aparición de lesiones o úlceras en los pies (pie diabético). Pueden dar lugar a amputaciones.

Por ese motivo es importante el cuidado de los pies, no dejar bordes irregulares en las uñas y caminar con calzado cómodo.

Las complicaciones macroangiopáticas en la diabetes implican la afectación de grandes vasos.

Son debidas a un mayor progresión de la aterosclerosis en los vasos sanguíneos y las obstrucciones consecuentes. Por ejemplo, cardiopatía isquémica (anginas de pecho, infartos agudos de miocardio), accidentes vasculares cerebrales (ictus) y enfermedad arterial periférica, que puede llegar a causar amputaciones.

La aterosclerosis avanza más rápido por la hiperglucemia mantenida, pero también porque suelen asociarse otros factores que aumentan el riesgo: hipertensión, aumento de colesterol, obesidad, tabaquismo o falta de actividad física.

Por estos motivos es muy importante que en la diabetes se lleve un control muy estricto de todos estos factores de riesgo cardiovascular.

Complicaciones a corto plazo:

Hipoglucemia: cuando la glucosa en sangre menor a 70 mg/dL

Los síntomas pueden ser mareos, palpitaciones, visión borrosa o doble, dolor de cabeza, irritabilidad, temblores, sudoración, insomnio, hormigueo en la piel, confusión e incluso desmayo.

Suele deberse a un exceso en la mediación antidiabética, exceso de ejercicio o falta de alimentación adecuada.

Una hipoglucemia se puede solucionar tomando algo glucosa. Tu proveedor de servicios de salud es el que debe darte orientación exacta sobre qué debes hacer.

¿Podemos prevenir estas consecuencias de la diabetes?

Si el tratamiento es adecuado, se pueden prevenir totalmente con una educación sanitaria y un tratamiento adecuado.

¿Cómo se hace el seguimiento de la enfermedad?


Depende del tipo de diabetes, el momento de su evolución y el tratamiento. El equipo de salud que trata su diabetes seguirá un protocolo y le informará de los tipos y frecuencia de controles que debe hacerse.

Es importante que como paciente aprenda unas habilidades para lograr un buen control de su diabetes. Si hacen sesiones de educación de la diabetes, es importante que acuda.

Algunas habilidades que debería aprender y perfeccionar son:
  • Saber evaluar y registrar su nivel de glucosa en la sangre.
  • Aprender sobre hábitos dietéticos y saber qué debe de comer y cuándo.
  • Cómo y cuándo tomar sus medicamentos.
  • Detectar y saber tratar los niveles altos y bajos de glucosa en sangre con el glucómetro.
  • Saber cómo debe tomar la medicación los días que realiza más actividad física, cuando está enfermo, o tiene algún problema que salga de lo normal.
  • Controlar regularmente la presión arterial y su peso y llevar un registro de control.
  • Dejar el hábito tabáquico.

    ¿Cuál es el tratamiento de la diabetes mellitus?


    Las personas con diabetes pueden controlar el nivel de azúcar con una alimentación equilibrada, actividad física diaria y si es necesario la toma medicamentos según los criterios de su equipo de salud.

    Esto es fundamental para controlar la enfermedad y evitar el progreso de las complicaciones que indicaba anteriormente.

    Si encuentra que su nivel de glucosa en la sangre es alto la mayor parte del tiempo, vaya al médico o enfermera para que valore si necesita hacer cambios en la dieta, ejercicio o el tratamiento.

    ¿Qué tipo de alimentación se recomienda?


    Siempre es necesario controlar la alimentación y que esta sea adecuada y saludable, independientemente de si toma o no medicación adicional.

    Si el peso es adecuado debe seguir una alimentación saludable en la que los alimentos que contienen hidratos de carbono tipo pan, pasta, arroz, patatas y legumbres sean la base de la dieta, pero en cantidades moderadas.

    Si tiene sobrepeso u obesidad, es muy aconsejable reducir de peso controlando la dieta y la actividad física.

    Seguir un plan de comidas saludable


    Una dieta baja en hidratos de carbono como el pan, pasta o arroz. Especialmente es importante limitar los azúcares refinados como bollería y similares.

    Consumir alimentos con fibra como los que se encuentran granos integrales, legumbres, frutas y verduras.

    Consumir proteínas con poca grasa como pollo sin piel y pescado.

    Comer variedad de verduras sobre todo de color verde.

    Una cantidad limitada de grasas saludables para el corazón como el aceite de oliva, nueces o almendras son recomendables.

    Estas son ideas generales, pero lo importante es hacer un seguimiento personalizado con sus profesionales de la salud de referencia.

    Realizar ejercicio físico de 3 a 5 veces por semana.


    Es importante hacer ejercicio de forma regular porque proporciona muchos beneficios a partir de los 15 días. Si dejas el ejercicio durante tres o cuatro días el beneficio empieza a desaparecer.

    Con el ejercicio físico se consigue una mejora el control de la diabetes y una mayor sensibilidad a la insulina, lo que puede facilitar una disminución de la necesidad de fármacos.

    También se reduce el riesgo cardiovascular por aumento del llamado colesterol “bueno” (HDL colesterol) y disminución del llamado “malo” (el LDL colesterol), los triglicéridos y el nivel de presión arterial. Además, facilita que mantengas tu peso ideal

    Se recomienda un ejercicio aeróbico durante periodos de 45 a 60 minutos. Un ejercicio muy interesante es caminar rápido cuatro o cinco veces por semana durante 45 a 60 minutos cada vez.

    Antes de comenzar a realizar ejercicio físico, consulte con su médico que ejercicio es el que más le conviene según su tipo de diabetes y su tratamiento.

    Cumplimiento terapéutico en la diabetes


    Hay personas que tienen muchas dificultades para recordar la toma de sus medicamentos. Este es un asunto muy importante porque si se falla mucho en este aspecto, se facilita la progresión de las complicaciones de la diabetes.

    Puede buscar ayudas como un calendario o avisos en su reloj o su teléfono móvil.

    Es básico cumplir con el tratamiento, dosis y horarios indicados por su médico. Así podrá mantener el nivel correcto de glucemia y así evitar las complicaciones a largo y corto plazo.

    ¿Qué tratamientos farmacológicos están disponibles?


    Hay un acuerdo generalizado en que las medidas higiénico-dietéticas indicadas anteriormente son básicas para todos los pacientes diabéticos.

    En las situaciones en las que no se pueda controlar el nivel de glucosa en sangre de forma adecuada, se añaden medicamentos que disminuyen la glucemia.

    En los casos de diabetes tipo 1 se empieza con insulina desde el inicio.

    En los casos de diabetes tipo 2 se suele empezar con dieta, ejercicio y control de factores de riesgo cardiovascular y si no conseguimos controlar las glucemias, se añaden antidiabéticos orales.

    A veces, hay que asociar antidiabéticos orales entre sí y añadir insulina.

    El arsenal farmacológico para tratar la diabetes es cada vez más extenso y muy útil.

    Las pautas, dosis, tipo de medicamento y combinaciones debe personalizarse según cada paciente.

    Estos medicamentos se distinguen por su mecanismo de acción: 
    1. Estimular la secreción de insulina: sulfonilureas, glinidas, gliptinas y análogos de la GLP-1.
    2. Favorecer que la insulina sea más efectiva en los órganos en los que actúa. A este efecto se le llama disminución de la resistencia a la insulina: biguanidas y glitazonas.
    3. Inhibidores de la absorción de glucosa en riñón: gliflozinas.
    4. Disminución de la absorción de glucosa en el intestino: inhibidores de la alfa-glucosidasa.
    5. Profundizar en estos medicamentos excede el objetivo de este artículo, pero sirve de muestra de los principales grupos terapéuticos.

      Conclusión

      • La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica debida a un aumento mantenida de glucemia.
      • La diabetes mellitus puede ser de tipo 1, tipo 2, gestacional o secundaria.
        La diabetes puede tener complicaciones importantes a largo plazo.
      • Es importante el seguimiento y control de la glucemia y los factores de riesgo cardiovascular por parte de su equipo de salud de referencia.
      • El tratamiento se basa en ajustes en la dieta, actividad física y, en caso necesario, medicación.

      criterios diagnósticos de diabetes mellitus



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