Qué es la hipertensión emocional y cómo controlarla

¿Has oído hablar de la hipertensión emocional? ¿Crees que tu hipertensión se debe tus emociones desbordadas?  ¿Crees que tu hipertensión es de origen emocional? ¿Piensas que tu hipertensión se debe al estrés, ansiedad, depresión o enfado crónico? ¿Quieres saber cómo controlarla?

En este artículo te hablaré sobre la relación entre hipertensión arterial y emociones y, al final, te daré una serie de recomendaciones para saber cómo controlarla.


Lectura recomendada:

¿Qué es la hipertensión arterial?

sintomas de hipertension emocioinal arterial
Hipertensión emocional


¿Qué es la hipertensión emocional?


En realidad, el término hipertensión emocional es un poco ambiguo. Puede referirse a dos situaciones:

  • Hipertensión de bata blanca: es cuando la presión arterial elevada solo se presenta durante la consulta médica o de enfermería. En cambio, durante tu vida cotidiana los niveles de tu presión arterial son normales.

  • Hipertensión arterial causada por emociones: en este caso se asume que la causa de la hipertensión arterial es una alteración emocional crónica. Puede atribuirse principalmente al estrés, ansiedad, ira, depresión o combinaciones de ellas.

Veamos cada punto por separado.

Hipertensión de bata blanca o de consulta aislada


La elevación de la presión arterial se da porque el paciente sufre una reacción de alarma cuando el profesional sanitario le  mide la presión arterial con el tensiómetro.

Esta reacción exagerada se manifiesta por una medida más alta de las cifras de presión arterial.

Esto puede plantear dos situaciones al profesional:

  • Si el paciente no es un hipertenso conocido, puede ser que la persona sea un hipertenso que no se conocía y acabamos de detectar.
  • Si el paciente ya era un hipertenso conocido, que está mal controlado porque no toma bien la medicación o esta no es suficiente.

A veces el paciente explica que se pone nervioso cuando le van a medir la presión arterial; pero otras personas aseguran que están tranquilos.

   ¿Qué peligro tiene la hipertensión de bata blanca?


Hay dos peligros fundamentales:

  • Que se acabe etiquetando de hipertenso a alguien que no lo es.
  • Que se dé un exceso de medicación a un paciente hipertenso bien controlado, pero que pensamos que no lo está.

Por otra parte, algunos autores refieren que habría que controlar más a este tipo de pacientes.

¿Y por qué piensan eso?

Consideran que pueden tener más riesgo cardiovascular que una persona normotensa, aunque menos que un hipertenso real.

   ¿Qué tipo de personas sufren con más frecuencia la hipertensión de bata blanca?


Se da más en personas de mayor edad y en mujeres, aunque no necesariamente tiene que ser así. Cualquiera es susceptible de experimentar este fenómeno.

   ¿Cómo medir la presión arterial real para evitar confusiones?


Hacer varias tomas de presión arterial en el mismo momento y en días diferentes.

Para hacer el diagnóstico se recomienda hacer varias medidas en cada consulta separadas por un espacio de tiempo.

Además, se recomienda hacer varias tomas en días diferentes.

De esta forma, tendremos una visión más precisa de la presión arterial de la persona.

   Automedida de la presión arterial (AMPA)

El paciente se mide la presión en su domicilio durante una semana entera por la mañana y por la noche. Registra los resultados y a la semana siguiente los presentará a su médico.

Esto nos da una idea bastante precisa de la presión arterial media durante el día (diurna).

Te recomiendo mi artículo sobre los tensiómetros para ampliar el tema.

   Medida ambulatoria de la presión arterial (MAPA)

Se usa un dispositivo que le colocan en el centro sanitario y que le medirá la presión arterial en intervalos de durante 24 horas.

Cuando haya pasado ese tiempo, le retiran el aparato y se descargan los datos a un programa del ordenador.

En este caso podremos tener una visión bastante buena de la presión arterial del paciente durante el día (diurna) y nocturna.

Hipertensión por causas emocionales


¿Qué relación hay entre la hipertensión arterial y las emociones?

Es un aspecto que todavía se está estudiando. En este momento no está demostrado que haya una relación causa-efecto.

La investigación médica es la que deberá establecer en qué términos se relacionan los factores emocionales con la hipertensión arterial establecida.

En cualquier caso, sí que puede haber una relación indirecta a través de las conductas que originan las emociones negativas.

Puede que tus alteraciones emocionales te predisponen comer demasiado, fumar, consumir más alcohol u otros tóxicos, dormir poco y mal o a realizar poca actividad física.

Si esas conductas se van sumando, pueden empeorar tu presión arterial, aumentar tu riesgo cardiovascular y empeorar tu salud en general.

   ¿Qué relación tiene el estrés con la hipertensión?


Es una idea extendida relacionar el estrés con la hipertensión arterial y el aumento del riesgo cardiovascular.

El estrés se caracteriza por una respuesta de defensa o huida mediada por la liberación de adrenalina y cortisol a la circulación.

Esta situación de activación y alerta del organismo implica un aumento de la frecuencia cardíaca, estrechamiento de los vasos sanguíneos (vasoconstricción) y aumento la presión arterial.

Al poco tiempo de cesar el estresor, toda esta situación fisiológica, incluida la presión arterial, se normaliza.

Ahora bien, la pregunta es:

   ¿Puede el estrés repetido y cronificado acabar causando una hipertensión arterial permanente?


¿Se pueden sumar es múltiples subidas momentáneas de presión debidas al estrés y dar lugar a una hipertensión establecida?

Por ahora, no está demostrado que haya una relación directa entre el estrés y la hipertensión.

Pese a las ideas populares e, incluso intuitivas que podamos tener, el estrés tampoco  tampoco está incluido como un factor de riesgo cardiovascular.

Como he escrito antes sobre las emociones en general, sí puede haber una alteración de conductas secundarias al estrés. Estas conductas pueden ser nocivas (fumar, no hacer ejercicio…) y son las que aumentan tu presión arterial y tu riesgo cardiovascular.

Lo mismo podemos afirmar en relación con emociones como los trastornos de ansiedad, ira o la depresión.

En el caso de la depresión, se altera la conducta con una disminución de la actividad que puede derivar en menos actividad física y en el abandono de los tratamientos.

   ¿Qué problema se plantea el estudio del estrés y la hipertensión?


En el ámbito de la investigación, el problema es que hay que medir el estrés o la emoción para poder calcular las relaciones entre estas emociones (estrés, ansiedad, etc.) y resultados concretos en forma de enfermedades cardiovasculares.

Para eso hay que tener pruebas o tests válidos y fiables que midan el estrés o las diversas emociones. El problema es que eso es difícil de medir, sobre todo es difícil a medio y largo plazo.

Por ejemplo: en circunstancias concretas de ira momentánea en algunos estudios se ha podido demostrar un aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio en las horas siguientes.

En lo que no hay acuerdo es que haya una asociación directa de aumento de riesgo cardiovascular a medio o largo plazo.

   ¿Y qué hay de la asociación entre hipertensión y personalidad de tipo A?


Había estudios que tradicionalmente señalan un aumento del riesgo de padecer eventos cardiovasculares en personas con personalidad tipo A. Son personas muy competitivas, se exigen mucho a sí mismas y están muy orientados al trabajo y a la acción.

Aun así, no está aceptado que sea una causa de hipertensión y no lo incluyen en los factores de riesgo cardiovascular.

   ¿Qué relación hay entre las emociones y las crisis hipertensivas?


Hay una situación concreta que puede causar confusión. Es la aparición de elevaciones importantes de la presión arterial (crisis hipertensivas) en relación con las emociones

En las crisis hipertensivas podemos distinguir tres situaciones: falsas urgencias, urgencias hipertensivas y emergencias hipertensivas.


  • Las urgencias hipertensivas no implican lesión de un órgano vital y suelen solucionarse con medicación oral.
  • Las emergencias hipertensivas implican la lesión en un órgano vital y suelen solucionarse con medicación intravenosa.


Las emociones como la ansiedad y el estrés suelen aparecer en estas; pero no son la causa sino la consecuencia de la afectación del paciente.

Las falsas urgencias hipertensivas son las que suelen tener como causa el estrés o la ansiedad (crisis de angustia).

En este contexto, no se requiere un tratamiento antihipertensivo.

El reposo en posición horizontal (decúbito supino) y el uso de algún ansiolítico (benzodiacepina) suele ser suficiente.

Posteriormente habrá que estudiar al paciente para ver qué problemas adicionales puede tener y qué abordaje terapéutico podemos adoptar: medicación y psicoterapia.

¿Cómo controlar la hipertensión emocional?


En caso de la hipertensión de bata blanca, ya he comentado las diversas estrategias de medida de la presión arterial para evitar confusiones.

En cuanto a las emociones como causa de hipertensión, aprender a manejar el estrés puede ayudarte a mejorar tu nivel de salud general.

Esto es así, aunque no se haya podido demostrar la relación directa entre las diversas emociones y la hipertensión.

Por una parte, te sentirás mejor y, por otra parte, facilitará que adoptes conductas más saludables.

Las técnicas concretas dependen de tu situación emocional concreta, de tus fortalezas y debilidades.

En general, hay una serie de recomendaciones que suelen ayudar a la mayoría de las personas:


  • Adopta una filosofía de vida como la reflejada en la oración de la serenidad. Céntrate en lo que puedes cambiar y busca soluciones. Acepta lo que no puedes cambiar y aprende a distinguir entre ambas.


  • Aprende a gestionar el tiempo. Aprende a priorizar y estrategias de solución de problemas.


  • Aprende y practica técnicas de relajación. La relajación progresiva de Jacobson, el entrenamiento autógeno de Schultz, técnicas de respiración diafragmática o la meditación pueden ser muy útiles.


  • Aprende a relajarte cada cierto tiempo durante el día. Puede ser un pequeño descanso para charlar con alguien, una técnica de relajación rápida, respiraciones profundas, una siesta de 5 minutos, un paseo corto, oír algo de música, masajes, contemplar una obra de arte o cualquier elemento que te ayude a desconectar, distanciarte y relajarte.


  • Cultiva el comer de forma más consciente y lenta. Saborea lo que comes. Presta atención.


  • Procura dormir lo suficiente. La mayoría de personas necesitan dormir entre 7 y 8 horas diarias. No desprecies las horas de sueño. Tu productividad y tu salud te lo agradecerán.


  • Sé agradecido. Vivir y experimentar la gratitud frente a uno mismo, los demás y el mundo es terapéutico. Enfoca la atención en lo que tienes más que en lo que no tienes. Piensa que aquello que tienes en tu vida y que quieres que siga igual.


  • Cultiva tus relaciones familiares, amistades y sociales. Tener una red social es importante para nuestra salud mental y también por motivos prácticos. No la descuides.  Los grupos de autoayuda o los grupos de apoyo dirigidos por profesionales pueden ser de mucha ayuda.


  • Ayudar a los demás puede ser muy importante para ayudarte a ti mismo. A veces, ayudar desinteresadamente a otros de forma puntual o en forma de trabajo voluntario puede ser extraordinariamente útil a disfrutar más de tu propia vida.


  • Come de forma equilibrada y haz ejercicio físico regular según tus posibilidades. Procura no tener exceso de peso. No fumes ni consumas otras sustancias tóxicas.


Y, sobre todo, si la situación te desborda, pide ayuda a tu médico o enfermera.


Conclusión sobre la hipertensión emocional


  • Los expertos no están de acuerdo en que haya una relación estrés y otras emociones con el desarrollo de la hipertensión arterial. No estudios definitivos que lo demuestren o un mecanismo explicativo claro a través de la hiperactividad simpática.
  • Hay estudios que apuntan a la aparición de ansiedad tras el diagnóstico.
  • Las emociones pueden condicionar conductas nocivas que indirectamente sí puedan empeorar la presión arterial y el estado de salud general.
  • Adoptar estrategias para mejorar la ansiedad, estrés, ira y depresión son recomendables para mejorar la salud en general, incluidos los casos de hipertensión arterial.

Recuerda que si tienes cualquier problema de salud, debes consultar con tu profesional sanitario de referencia.

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Qué son los oxímetros y para qué sirven

No recuerdo cuándo tuve disponible un oximetro  de pulso (o saturómetro) adaptado a un tensiómetro electrónico en mi consulta. Seguro que hace años, pero sí recuerdo que lo viví como un buen avance. Tenía una herramienta más para valorar al paciente con problemas respiratorios.

Más adelante dispuse de un oxímetro de dedo y también fue otra mejora muy interesante. Me permitía valorar de una forma rápida a los pacientes en las visitas a domicilio.

Estos instrumentos sanitarios se han convertido en algo básico del arsenal médico junto al fonendoscopio, tensiómetro, otoscopio y oftalmoscopio por citar algunos.

En este artículo voy a explicarte qué es un oxímetro de pulso, los diferentes tipos, para qué sirve y el uso que pueden hacer de ellos los mismos pacientes.


Ver en YouTube

Los oxímetros son aparatos que miden de forma indirecta la cantidad de oxígeno en la sangre en forma de porcentaje. Muchas veces también miden la frecuencia cardíaca y en este caso se llaman pulsioxímetros.

Los oxímetros son herramientas médicas  habituales en la práctica médica cotidiana; pero cada vez se están popularizando más entre la población general.

Actualmente existen muchos tipos: desde los oxímetros localizados en las camas de hospitalización hasta los localizados en las áreas de emergencia conectados a un monitor, sin olvidar los oxímetros de pulso (pulsioxímetros) que siempre son necesarios en momentos críticos y de muy fácil uso.

Estos últimos, los oxímetros de pulso o pulsioxímetros, son los que cada vez se ven más en los botiquines tanto de pacientes como de no pacientes.

pulsioximetro
Pulsioxímetro de dedo


¿Qué es un oxímetro?



Es un dispositivo médico formado por un dedal conectado a una pantalla (portátil o no) que te da un gráfico y expresa al instante la saturación de oxígeno en la sangre de la persona.

Esto significa que mide de forma indirecta la cantidad de oxígeno que trasporta la hemoglobina dentro de los vasos sanguíneos.

¿Qué tipos de oxímetros podemos encontrar?



Actualmente hay muchos tipos de este dispositivo:


  • Los oxímetros de muñeca incluyen una pantalla similar a un reloj en la muñeca y un dedal que se coloca en el dedo. Ambos se conectan por un cable corto.
  • Los monitores u oxímetros de mesa, los cuales no son portátiles y son más especializados. Se suelen usar en centros hospitalarios y permiten calcular, por medio de otros sensores, diversos signos vitales simultáneamente y de forma continua.
  • Los oxímetros de mano son parecidos a los anteriores y también se encuentran en centros hospitalarios.
  • Los más usados desde unos años son los oxímetros de pulso de dedo por su fácil manejo, eficiencia y sencillez, especialmente en situaciones de emergencia.


Algunos de estos dispositivos más avanzados pueden conectarse vía Bluetooth a un teléfono u otro aparato electrónico para mantener un registro actualizado de los niveles de saturación de oxígeno en la sangre del paciente.


¿Qué ventajas tiene el oxímetro?


Tiene varios beneficios destacables:
  • Da los datos de forma indirecta y no invasiva, no molesta. Simplemente pones el dedal.
  • Proporciona los resultados de forma prácticamente instantáneo y continua.
  • Muy fiable en las situaciones clínicas más frecuentes con saturaciones de oxígeno entre 80-100%.
  • Da información de la frecuencia cardíaca.
  • Es fácil de usar y muy manejable, sobre todo en el caso de los pulsioxímetros.
La forma alternativa  de medir la cantidad de oxígeno en sangre es la gasometría arterial.

La ventaja de la gasometría es que al ser directa es más precisa y da más información como el pH , nivel de CO2 en sangre y otros datos muy interesantes.

El problema de la gasometría es que tardan más en dar los resultados y es más agresiva porque se hace tomando una muestra de sangre arterial. Hay que pinchar al paciente en la arteria radial (muñeca) y duele.

En las urgencias hospitalarias o en el hospital en general es muy útil y necesario usar la gasometría para disponer de más información; pero a nivel de Atención Primaria el oxímetro es mucho más práctico y rápido.

¿Quién necesita un oxímetro (o pulsioxímetro)?



Hay tres situaciones en las que resulta beneficioso el uso del oxímetro:


  • En primer lugar, para el personal sanitario que tenga que valorar pacientes tanto en Atención Especializada como en Atención Primaria.
  • En segundo lugar, los pacientes que tengan enfermedades o problemas de salud que afecten al nivel de oxígeno en la sangre. En este caso, puede ser útil que tenga un dispositivo el enfermo o sus familiares.
  • En tercer lugar, deportistas de alto rendimiento.


No tiene sentido tener un pulsioxímetro si no tienes alguna enfermedad que comprometa tu nivel de oxígeno en sangre o practiques deportes con exigencias físicas de alto nivel.

¿Qué enfermedades o condiciones médicas se benefician del uso del oxímetro?



La principal indicación para monitorizar de forma continua la saturación de oxígeno es en pacientes de urgencias, medicina intensiva y anestesia durante procedimientos quirúrgicos. Por ejemplo:
  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Crisis asmáticas.
  • Neumonías.
  • Bronquitis.
  • Derrame pleural.
  • Cáncer de pulmón.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Edema agudo de pulmón.
  • Infarto al miocardio.
  • Anemias.
  • Diagnóstico de hipoventilación nocturna (desórdenes neuromusculares, apnea del sueño).
  • Reacciones alérgicas que afecten las vías respiratorias.

¿Cómo funciona un oxímetro?



Como he dicho antes, el oxímetro calcula en forma de porcentaje la hemoglobina arterial, específicamente la oxihemoglobina (hemoglobina que transporta el oxígeno).

Antes de explicar el proceso de cuantificación, hay que recordar que la sangre oxigenada difiere de la desoxigenada, además de los niveles de oxígeno encontrados, del color de estas (la oxigenada con un color rojo rutilante, mientras que la desoxigenada con un color más violáceo y oscuro).

La cuantificación se ve afectada con cada latido del corazón, los cuales aumentan el flujo sanguíneo a través de todo el aparato circulatorio.

Estos dispositivos utilizan la tecnología LED (diodos emisores de luz) para calcular esta hemoglobina.

El oxímetro emite pulsos de luz a través del lecho capilar y, a su regreso, mide la cantidad de luz, en forma de ondas, absorbida por las pulsaciones sanguíneas.

Este proceso se lleva a cabo repetidas veces utilizando los fotodetectores y microprocesadores incluidos en el oxímetro.

Utiliza dos longitudes de onda: una roja, de 660 nm, y una infrarroja, de 940 nm.

La sangre oxigenada absorbe más radiación infrarroja, mientras que la sangre desoxigenada absorbe más luz roja.

El oxímetro recoge los datos, los procesa y los registra en forma de porcentaje.


¿Cómo leer los resultados que muestra el oxímetro?



Ante todo, se necesita saber cómo colocar de manera correcta el oxímetro.

La mayoría de estos se colocan en el dedo, de manera en que la pantalla quede sobre el dorso (uña) del dedo.

Normalmente, basta cerca de un minuto para que aparezcan los resultados en la pantalla.

Aparecerán dos números: uno con la etiqueta de SpO2, la cual representa la saturación de oxígeno en sangre arterial, y otro con la etiqueta de FC, la cual representa la frecuencia cardíaca del paciente.

Algunos oxímetros van conectados a un monitor el cual mostrará estos valores al instante y de forma continua.

Los niveles normales de la saturación de oxígeno van de 95 a 99 % y los de la frecuencia cardíaca de 60 a 100 lpm (latidos por minuto).


  • Valores de saturación de 90 a 95 % pueden ser bien soportadas por pacientes con enfermedades crónicas del pulmón, pero indican la necesidad de tratamiento. En estos casos hay que estar vigilantes y valorar si se debe derivar al hospital.



  • Valores de saturación menores a 90 % implican gravedad por hipoxia y necesidad de oxigenoterapia y derivación a urgencias hospitalarias.



  • Si la saturación baja de 80 % puede estar indicada la intubación y ayuda mecánica para la ventilación.


Para un mejor seguimiento, anotar estos niveles en la historia clínica o en un bloc de notas junto a la fecha y hora correspondiente.

¿Cuáles son los beneficios del uso del oxímetro?



Un oxímetro puede ser usado en pacientes de todas las edades con problemas para oxigenar: recién nacidos, pediátricos y adultos.

Estos dispositivos son pequeños, fáciles de usar y utilizan baterías o pueden ser recargables.

Además, debido a que no precisa mucho conocimiento médico para ser usado, puede ser manejado por los familiares de los pacientes en casa.

La facilidad de su uso lo ha convertido en un elemento recomendable en el cuidado de este tipo de pacientes.

Muchos médicos aconsejan el uso del oxímetro en casa para supervisar estos pacientes y encontrar a tiempo algún descenso en la saturación de oxígeno en sangre y poder tomar las medidas necesarias.

Actualmente, los oxímetros tienen un muy fácil acceso ya que pueden conseguirse en cualquier farmacia o tienda especializada en dispositivos médicos, o en múltiples páginas de internet especializadas en ventas de productos del ámbito médico.


¿Cómo elegir un pulsioxímetro u oxímetro de pulso?



No es lo mismo que seas un profesional de la salud que un paciente o un deportista.

Si quieres comprar un pulsioxímetro porque tú o algún familiar tenéis alguna enfermedad que lo recomiende, es posible que tengas dudas para elegir entre la variedad de ofertas disponibles.

Es recomendable preguntar a tu proveedor de servicios de salud para que te oriente de la necesidad o no de disponer de este tipo de aparatos.

En caso de pacientes, no será necesaria tanta precisión, pero siempre es importante que se ajuste a la realidad.  También es fundamental que tanto la lectura medida de la saturación de oxígeno como la del pulso sea fácil con números grandes y claros.

En el caso de que  seas un profesional, te convendrá adquirir modelos más caros; pero con mayor durabilidad y precisión.

Se apagan cuando dejan detectar el pulso y suelen llevar dos o más pilas. Esto favorece su mayor independencia.

Conclusión



  • Los oxímetros son instrumentos médicos muy útiles para el profesional para la valoración de pacientes con afectación de la oxigenación de la sangre. 
  • Los oxímetros también pueden ser útiles para el autocontrol del paciente en su propio domicilio.


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Referencias:

Design of a finger base-type pulse oximeter.
Diseño y evaluación de un oxímetro de pulso de bajo costo para dispositivos móviles.
Principles of Pulse Oximetry Technology.
Pulse oximetry: Understanding its basic principles facilitates appreciation of its limitations.
Pulse oximetry: fundamentals and technology update




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