Qué son los electrocardiógrafos y para qué sirven

El electrocardiógrafo es una herramienta médica electrónica que con el paso del tiempo se ha  ido usando de forma habitual en todo tipo de consultas.

Su manejo se basa en la captación y ampliación de los impulsos eléctricos que genera el corazón para tener como resultado un electrocardiograma (ECG).

Por esta razón, no es extraño que el electrocardiógrafo pueda encontrarse tanto de medicina general como en las consultas de cardiología, así como en las salas de emergencias médicas para aplicarlo para el diagnóstico en cualquier paciente que lo precise.

¿En qué se basa el funcionamiento de un electrocardiógrafo?



La capacidad que tiene el electrocardiógrafo de captar y ampliar los impulsos eléctricos del corazón se debe a una serie de electrodos que se colocan sobre el cuerpo del individuo examinado. 

Cuatro electrodos se colocan uno en cada una de las extremidades y otros seis electrodos se colocan en posiciones específicas de la región torácica.

La información registrada se envía a un oscilógrafo, el cual muestra los resultados en un papel milimetrado especial para ECG. 

A medida que se recibe la información de los electrodos, el registro es reflejado en el papel mediante ondas positivas y negativas. 

Para que este registro sea reflejado de la manera correcta, un circuito eléctrico es el encargado de aplicar filtros de diversas magnitudes para eliminar cualquier interferencia o señal no importante para el estudio.

Usos del electrocardiógrafo


Se usa para el egistro normal de la actividad cardíaca en consultas de rutina, estudios pre-operatorios,  la detección de alteraciones del ritmo cardíaco ( bradicardia o taquicardia, bloqueos, arritmias, extrasístoles, etc.), localizar la presencia de regiones cardíacas infartadas, estudiar los efectos de dispositivos o fármacos utilizados para controlar el corazón, como un marcapasos.
y enfocar el diagnóstico de otros problemas cardíacos como:

  • Miocarditis.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Anomalías congénitas.

¿Qué partes tiene un electrocardiógrafo?



Está formado por un ampliador de biopotenciales, formado a su vez por un circuito de protección, señal de calibración, circuito de aislamiento, preamplificador y amplificador manejador.

Un circuito de pierna derecha, cuya función como tierra activa aislada del resto del circuito eléctrico reduce el voltaje recibido y aumenta la seguridad.

El selector de derivaciones, el cual maneja la amplificación de biopotenciales para así regular la contribución de cada electrodo.

Un sistema de memoria que almacena los datos registrados antes de imprimirlos. Un microcontrolador, el cual controla cada procedimiento y modo de operación capaz de ser realizado por el electrocardiógrafo.

El registrador u oscilógrafo, el cual tiene la función de imprimir la señal captada por los electrodos (el resultado del electrocardiograma). Utiliza plumillas con papel térmico continuo milimetrado o inyección de tinta.

Tipos de electrocardiógrafos


Electrocardiógrafos monocanales


Estos captan y reflejan en el papel los impulsos eléctricos cardíacos de doce derivaciones por registro. 

Son registradas mediante una secuencia seleccionada o de forma automática. Reflejan el resultado de varios latidos, no solo uno.

Electrocardiógrafos multicanales


Estos pueden ser de 3, 6 o 12 canales, permitiendo registrar 3, 6 o 12 derivaciones al mismo tiempo.

A diferencia de los monocanales, la tremenda ventaja de estos electrocardiógrafos es que permiten comparar los registros de las varias derivaciones durante el mismo latido cardíaco, permitiendo la realización de una mejor interpretación y diagnóstico.

Multicanales con impresión:


Estos funcionan igual que los electrocardiógrafos multicanales, con la diferencia que estos están conectados a un ordenador capaz de comparar y diferenciar las señales de un ECG normal de uno anormal.

Gracias a este ordenador, son capaces de reflejar resultados más específicos y de mayor significado médico.


¿Qué precios tienen los electrocardiógrafos?


En el mercado actual hay una gran variedad de electrocardiógrafos con una gran variedad de precios.

Los modelos portátiles más básicos pueden tener un precio que ronda los 100 euros, pudiendo superar los 200 euros.

Lógicamente, cuanto más funciones tenga el electrocardiógrafo, su precio será mayor.

Aparatos medianamente profesionales, encontrados en consultas de medicina general, pueden oscilar entro los 500 y 1000 euros. 

A medida que se vuelven más profesionales, los precios pueden llegar hasta los 4000 o 5000 euros.

Estos últimos son los electrocardiógrafos encontrados en hospitales, clínicas y consultorios especializados en electrocardiografía.

¿Qué marcas de electrocardiógrafos son más populares?


Entre las mejores marcas actualmente establecidas en el mercado de electrocardiógrafos y otros aparatos médicos se encuentran:

Sschiller, Welch Allyn, GE Healthcare, BTL, Bionet, Omron, Denshine, Cardimax, Sonolife, Cardiotouch, AliveCor, Funwill, BodiMetrics.

Algunas marcas como AliveCor y Omron se especializan en electrocardiógrafos portátiles, mientras que marcas más establecidas en el mercado como Welch Allyn, GE Healthcare, Funwill y BodiMetrics producen algunos de los modelos más utilizados en hospitales y otros establecimientos médicos.

Actualmente, hay una vasta variedad de modelos y precios de electrocardiógrafos para que la persona interesada tome en cuenta el nivel de inversión que puede ofrecer y el uso que le dará al aparato, para así tomar la decisión que más beneficiará a sus pacientes durante su práctica profesional.

¿Dónde se puede comprar un electrocardiógrafo?

Existen muchas tiendas especializadas, pero también se pueden comprar en tiendas online.

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