Cómo fortalecer el sistema inmunológico y la salud

En este vídeo explico los principios básicos  para fortalecer la salud desde un punto de vista biopsicosocial. Si quieres leer el texto, lo dejo debajo del vídeo.



Voy a comentar una cuestión que es muy interesante y se pregunta con frecuencia. 

¿Cómo se puede fortalecer el sistema inmunológico? 

A veces se verbaliza preguntando cómo se pueden aumentar las defensas para ser más resistente a enfermedades en general o a agresiones externas como infecciones o tóxicos diversos que puedan puedan atacarnos. 

En realidad, yo no hablaría tanto de reforzar el sistema inmunológico, de fortalecerlo, sino que hablaría de fortalecer el organismo en su totalidad y de cómo mejorar nuestra salud en general.

¿Por qué? 

Porque muchas veces hacemos distinciones entre sistema inmunitario, sistema nervioso, sistema endocrino, aparato digestivo, en fin, los diferentes sistemas y aparatos del cuerpo y la realidad es que estas son distinciones, en cierto modo artificiales que hacemos para poder comunicarnos y que son muy útiles; pero no dejan de ser distinciones más o menos inventadas. 

Creo que debemos tener una visión más global del organismo, de modo que nuestro objetivo sea mejorar la salud en general, es decir, de todo el organismo y fortalecer en su totalidad. Así seremos más resistentes a infecciones o agresiones externas de cualquier tipo.

Y no solo eso, sino que también habría que ser más resistentes a agresiones psicológicas y psicosociales. Como somos organismos que no estamos aislados, sino que estamos dentro de un contexto social de interacción con los demás y de interacción con el grupo, sería muy interesante que tuviéramos un enfoque biopsicosocial.  

¿Qué podemos hacer en concreto a nivel biológico, por ejemplo? 

Lo primero, lo más importante es eliminar hábitos de consumo de tóxicos, es decir, eliminar el tabaco, alcohol y otro tipo de drogas o sustancias que son nocivas y que no hace falta profundizar mucho para encontrar evidencia de que son malas para el organismo y lo perjudican a todos los niveles. Esto es así no únicamente a nivel inmunitario, sino también a nivel sistema cardiovascular, pulmonar, digestivo, etcétera. Aquí no encontramos con situaciones curiosas porque muchas personas quieren hacerse reconocimientos médicos para prevenir, pero no quieren dejar de fumar o no quieren eliminar sus malos hábitos tóxicos.
Es un ejemplo de nuestras contradicciones.

Esta primera indicación es muy sencilla. Esto que quiere decir que sea fácil, pero lo primero sería esforzarse en eliminar estos malos hábitos. 

Es interesante porque este es un ejemplo en donde el enfoque biopsicosocial es importante. En el asunto de los hábitos tóxicos se entrelaza mucho el aspecto psicológico y también el aspecto social. 

O sea, que en la primera recomendación nos encontramos que el enfoque global está implicado.

La segunda acción que podemos hacer para fortalecer nuestra salud es el ejercicio físico.

Seguramente después de eliminar los hábitos tóxicos, es la segunda acción más importante que podemos hacer. Y si no tenemos malos hábitos tóxicos, seguramente es el primer tipo de objetivo en el que debemos enfocarnos, es decir, hacer ejercicio de forma regular, a ser posible a diario y combinar un ejercicio aeróbico con otro anaeróbico.  

  • El ejercicio aeróbico puede ser simplemente el caminar. Caminar a un ritmo rápido. 
  • El ejercicio anaeróbico puede ser hacer flexiones o hacer sentadillas. So ejercicios sencillos que se pueden hacer en cualquier lugar. No hace falta tener una gran infraestructura. 

Y aquí, por ejemplo, tenemos otra recomendación que tiene una implicación psicosocial, ¿No? Porque esto lo puedes hacer de una forma muy sencilla, sin complicaciones en la soledad; pero también podemos introducir el aspecto social y practicar el ejercicio con amigos.

Hacer ejercicio o algún tipo de actividad física nos pueda beneficiar tanto a nivel físico como a nivel mental e incluso a nivel intelectual. Y que esta actividad la hagamos en grupo también contribuirá a que nos relacionemos con otras personas y potenciemos este aspecto social o psicosocial. 

Un tercer elemento muy importante es la alimentación, la dieta. Lo que consumimos, lo que comemos. El agua que bebemos. Es la forma en que tenemos de relacionarnos con la comida. Normalmente, lo que se recomienda es una ingesta moderada y una dieta que haga énfasis en verduras, también en frutas, que guarde un equilibrio entre la carne y el pescado y buscar alimentos que no sean muy refinados como, por ejemplo, azúcares refinados y que sean lo más sanos que podamos. Esto nos beneficiará mucho.

Comer también es un acto social que tiene también este aspecto biopsicosocial que también debemos cuidar. 

En el caso de que tengamos muy malos hábitos alimentarios y que consumamos mucha comida basura o comida refinada o que tengamos sobrepeso, puede ser más importante incidir en el aspecto de la dieta antes que en el ejercicio físico. De todas formas, no dejan de ser dos aspectos muy importantes que se interrelacionan entre sí y deben abordarse conjuntamente.

Un cuarto aspecto que es muy importante tener en cuenta es dormir el número de horas adecuadas. 

Normalmente, se recomiendan de 7 a 8 horas. También depende de la edad. Hay que valorar tu edad para ver lo que es más o menos recomendable. Normalmente, si son menos de seis horas durmiendo, suele ser negativo para la salud. Pero el aspecto de cuidar el sueño es muy importante porque, las personas que están muy orientadas a la acción, muchas veces descuidan el aspecto del sueño. Y esto es muy importante porque si duermes bien, rendirás mucho mejor tanto a nivel físico como a nivel mental. O sea, que este aspecto es importante y no hay que descuidarlo.

Y por supuesto, si tienes algún tipo de síntoma que te preocupe, habrá que consultar al médico. A lo mejor habrá que hacer una anamnesis, una exploración física. Habrá que ver si hay que pedir una analítica o pruebas complementarias para ver si tienes algún déficit o alguna falta específica.

Una situación frecuente es la anemia ferropénica especialmente en mujeres en edad fértil. Habría que ver la causa de su anemia ferropénica. Ferropénica quiere decir que es una anemia, una disminución de la hemoglobina, por falta de hierro. Eso desencadena una serie de síntomas y es necesario, aparte de tratar la causa, dar un suplemento de hierro.
 
Puedes tener un déficit de vitamina D. Habría que hacer lo mismo. Si hay alguna causa que la haya causado, tratarla y darle un suplemento en el caso de que fuera necesario.  

Si tienes algún tipo de problema en el tiroides, habrá que valorar si hay que dar algún tipo de tratamiento. Esto será porque tú lo necesitas. 

Entonces, la pregunta es ¿hay algún tipo de suplemento que pueda ayudarme a tener más salud o para potenciar mi sistema inmune? 

En realidad, es lo que acabo de comentar. Si tienes algún déficit concreto, si te falta vitamina D, hierro o magnesio o la sustancia que sea, que se observa en la analítica, habrá que tratar la situación. Si tienes algún tipo de problema endocrino o metabólico, lo mismo. Pero hacer tratamientos indiscriminados es poco prudente.

En cuanto a los suplementos en general, lo mejor sería preguntar a tu médico de referencia para ver si te lo recomienda o no en tu caso concreto; pero el tomar de forma indiscriminada vitaminas o minerales... hay que ser prudente porque a veces estamos preocupados en el sentido de que se pone de moda el tomar algún tipo de suplemento, por ejemplo, la vitamina D. o vitamina C... y algunos de estos, por ejemplo las vitaminas liposolubles pueden dar problemas importantes por intoxicación. Hay que ser prudente con esto y preguntar al médico si tienes algún tipo de algún tipo de duda. 

Otra recomendación interesante es, por ejemplo, aprender técnicas de relajación.

Pueden ser técnicas de relajación muscular, pero a veces también hay técnicas respiratorias o técnicas mixtas que pueden ser muy útiles para relajar el organismo. Aquí también entra el tema de la meditación o lo que ahora llaman el "mindfulness”.

Te ayudan a aumentar la concentración y el estado de relajación global del organismo y te permiten distanciarte más de los problemas... haciendo que te afecten menos.

No es que sea tan imprescindible porque dependerá de tu personalidad. Puede que no sea tan importante como las cuestiones anteriores que he citado, pero también tiene su importancia.

Es una zona en la que se solapa el aspecto físico porque puedes obtener beneficios físicos; pero también se entremezcla el aspecto psicológico e incluso psicosocial. Por ejemplo, el que haga este tipo de actividades de relajación en grupo o con otras personas.  Esto le ayudará a relacionarse.

Es muy importante el aspecto psicosocial en el sentido de potenciar las relaciones con los demás, las relaciones con el grupo. Se pueden aprender estrategias de habilidades sociales.  Es posible que a muchas personas no les haga falta porque han ido aprendiendo espontáneamente; pero algunas personas pueden necesitar un entrenamiento adicional que les ayude a relacionarse con los demás y a relacionarse con el grupo. 

Pertenecer a un grupo, sea del tipo que sea, si es un grupo sano y tienes relaciones sanas dentro de este grupo, pues puede ser muy útil para cultivar tu salud psicosocial y tu salud en general. 

En el momento en que tienes una dificultad no somos seres individuales aislados. Necesitamos el apoyo de los demás. Este puede ser un apoyo psicológico o de otro tipo.

Esto también tiene la función de que sientas que perteneces a un grupo y que tengas una misión que sea superior a ti mismo. Esto puede ser muy positivo. 

Si crees que hay algún otro aspecto que es muy importante que debería haber tocado, pues dejádmelo en los comentarios.


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