“Para adelgazar hay que comer menos y
moverse más”.
¿Simplifico demasiado? ¿Es una
afirmación inútil y contraproducente? ¿Es inmoral usarla?
Parece que algunos se irritan bastante
al oír o leerla. Es asombroso. No entiendo por qué se ponen así.
Ya hice algún comentario sobre el tema
en el artículo sobre dietas milagro y en la entrada sobre obesidad y valores; pero me ha parecido interesante profundizar un poco más.
Voy a resumir.
¿Por qué engordamos?
Porque comemos más de lo que gastamos.
Si somos puristas, algunos dirán que
hay que comer menos para adelgazar y moverse más para mantener el
peso.
Por motivos de simplicidad, nos
quedamos con la frase inicial.
¿Es demasiado simple?
A efectos prácticos, no mucho. Si queremos que suene un poco
más científico podemos decir que engordamos porque nuestra ingesta
energética es mayor a nuestro gasto energético en Kilocalorías.
¿Podemos complicarlo más?
Sin duda todo lo que queramos, pero lo
dejamos así.
¿Cuál es el objetivo del tratamiento
para adelgazar?
Perder peso hasta un límite razonable
y mantenerlo.
Conseguir un peso más equilibrado está
demostrado que mejora la salud, así como la calidad de vida.
Supongo que estamos de acuerdo en que
vale la pena mantener un peso dentro límites razonables.
¿Cómo se hace esto de adelgazar?
Teniendo en cuenta las causas
comentadas, solo hay que comer menos y moverse más...
-Disminuir la ingesta energética y
aumentar el gasto energético de nuestro organismo.
-Gastar más de lo que comemos es el
medio para conseguir nuestro objetivo.
¿A qué viene la irritación con la dichosa frase?
Intentaré analizar las réplicas que
he leído y oído.
Objeciones al “comer menos y moverse
más”
1.º Solo resulta a corto plazo y mi
dieta es la mejor o mi estrategia psicológica es la mejor.
2.º Genera culpabilidad y estigmatiza
a la persona con obesidad o sobrepeso.
3.º No sirve porque es demasiado
simple y la realidad es mucho más compleja.
1.º En la primera objeción se defiende que
la afirmación es falsa porque solo resulta a corto plazo y muchos
recuperan el peso...
¿Y qué? ¿Alguien no lo sabía?
Los humanos recaemos. Nos cuesta mucho
cambiar en temas comida o de estilo de vida en general. Algunos son
capaces de morir en defensa de su forma de vida, aunque sea absurda.
Nada nuevo.
- En esta argumentación se ataca a las
dietas hipocalóricas, especialmente las bajas en grasas, para
después proponer otras dietas y trucos.
El problema es que tras un somero
análisis son más de lo mismo: comer menos, o sea, menor ingesta
energética global.
Me asombra la creatividad que se
despliega para generar miles de variaciones de lo mismo. El ingenio
no tiene límites cuando el mercado es enorme y las ganancias
también.
No sé si hay algo que lo iguale.
- En otras ocasiones se usa el fracaso
de las dietas a largo plazo para defender el eslabón perdido del
adelgazamiento: las estrategias psicológicas.
Es verdad. Hay que poner más énfasis
en las estrategias psicológicas. Es posible que sean una condición
previa fundamental para cambiar el estilo de vida y nuestra relación
con la comida.
Ahora bien, da igual las vueltas que le
demos, el objetivo sigue siendo conseguir que el paciente coma menos
y se mueva más. Lo de siempre...
Los tratamientos que intentan abordar
la complejidad de factores de los que se habla se suelen reducir a
los siguientes:
-Dietas: comer menos.
-Ejercicio: moverse más.
-Fármacos: para comer menos.
-Cirugía: para comer menos.
-Psicología: para comer menos y
moverte más.
Siempre lo mismo. Repetición ad nauseam de lo evidente.
2.º La segunda objeción hace referencia a
la culpabilización y estigma de las personas con sobrepeso u
obesidad.
Se argumenta que ante el fracaso en
bajar de peso o mantenerlo, toda la responsabilidad recae sobre el
paciente.
Le hacemos totalmente culpable y cae
sobre él o ella el estigma de que no tiene la fuerza de voluntad
suficiente para comer menos y moverse más.
¿Qué decir ante esto?
a- El problema no es de falta de fuerza
de voluntad, sino de motivación. Esto conecta con los valores de
cada uno. El tema psicológico es importante abordarlo. Ya hablé
sobre obesidad y valores en otro artículo.
Por otra parte, aquí pasa como con
muchos aspectos de nuestra vida.
Si el interesado no es responsable, si
no tiene ninguna responsabilidad, si tenemos miedo que se puedan
“herir sus sentimientos”, ¿qué sentido tiene pretender cambiar?
La única alternativa que nos queda es
esperar algún tratamiento milagroso que nos proporcione la ciencia.
Y mientras llega ¿qué hacemos? ¿Probamos las “dietas y
tratamientos milagrosos” que nos ofrecen por doquier?
Como es un problema muy complejo y hay
mercado, los “expertos” aparecen como setas. Se necesitan
expertos para esos problemas complejos, ¿verdad?
No hay problema. Ahí estarán
esperando para solucionar nuestro el problema, rápido, fácil, sin
esfuerzo, sin que tengamos ninguna responsabilidad y cambio de un
buen beneficio para el experto...
Al fin y al cabo, a los expertos en
temas muy complejos hay que pagarles bien...
Un enfoque muy comercial.
Si no asumimos algo de responsabilidad
por nuestras conductas, por pequeña que sea, mal vamos...
b- Implica una valoración moral
culpabilizadora.
¿Qué tiene que ver una cosa con la
otra?
Habrá profesionales que culpabilicen
al que tiene obesidad o sobrepeso; pero eso no se se sigue de que se
adelgaza comiendo menos y moviéndote más.
Se salta de una frase que describe un
hecho (desequilibrio energético) a una interpretación (lectura
mental) de lo que supuestamente valora moralmente el que describe
ese hecho.
Estamos ante un tipo de distorsión cognitiva (lectura mental) que ya expliqué en la entrada sobre terapia cognitiva.
Lo interesante es que si niegas esa
atribución de significado, te dicen que piensas “inconscientemente”
que el paciente es culpable, que tiene poca fuerza de voluntad y
otras valoraciones morales.
Asombroso...Es lo fascinante de las
distorsiones cognitivas:
Si sale cara, gano yo. Si sale cruz,
pierdes tú.
No creo que haga falta comentarlo.
3.º La tercera objeción y que se relaciona
con las anteriores.
Se dice que es una simplificación inútil en la práctica clínica porque el tema es mucho más complejo.
¿Seguro?
De que la frase sea simple no se sigue
que sea simplona ni mucho menos inútil.
¿Qué hay que hacer para apagar la
televisión?
“Toma el mando y presiona el botón off”
Es una frase simple, aunque la realidad
subyacente sea muy compleja.
Los mecanismos por los que funciona una
TV pueden ser todo lo complicados que quieras; pero no hace falta
calentarse mucho la cabeza para apretar el botón del mando a
distancia.
De que algo pueda ser muy complejo no
se sigue que no haya respuestas prácticas sencillas o simples.
Sabemos que en la obesidad, el
sobrepeso o el peso normal de cualquier individuo influyen muchos
factores.
Pueden ser variables de tipo genético,
hormonal, ambiental, emocionales... Hay un vídeo en el que hablo de las causas de aumento de peso y me extiendo en el tema.
Muchos de estos factores son
desconocidos y quizás sean muy importantes para explicar el
problema.
Ahora bien, que el tema de adelgazar es
una cuestión de desequilibrio energético ¿Alguien lo duda?
Es algo simple a pesar de toda la
complejidad y el drama queramos añadir.
A efectos prácticos mucha de la
complejidad de la que hablan me recuerda las discusiones bizantinas sobre el sexo de los ángeles.
Parece ser que a los seres humanos nos
encanta complicarlo todo, hacer todo muy complejo, liar las cosas
innecesariamente y llegar a nudos gordianos insolubles...
¿Y qué se hace con los nudos
gordianos?
Cortarlos por lo sano.
Simplificación.
¿Para qué sirve la simplificación?
Para tener un par de ideas claras,
alejarte de los “expertos” y evitar que te timen
Como comentaba antes, muchas veces la
argumentación de que tu problema es muy complejo es útil para que
te sientas impotente y tengas necesidad de “expertos”.
A continuación, los expertos aparecen
de todos sitios con mil y una fórmulas mágicas para venderte lo que
al final no es más que “comer menos y moverte más”
Conclusión
-Si tienes sobrepeso, come menos.
-Si tienes sobrepeso y/ o llevas una
vida sedentaria, muévete más.
-Conecta ese estilo de vida (comida y ejercicio) con tus valores para vivir una vida que valga la pena ser
vivida desde ya mismo.
“ Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Lo malo, si breve, menos malo” (Baltasar Gracián)
Dr. Alberto Sanagustín
Excelente!
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