Es fascinante ver cómo hay personas que mantienen una calma impresionante en situaciones muy difíciles. Esto es una ventaja porque les permite ver con más claridad y tomar soluciones más adecuadas.
Esto puede deberse a factores innatos y de aprendizaje precoz, pero también hay estrategias que podemos ir aprendiendo.
Aquí explico una pequeña estrategia en tres pasos que puede ser muy útil.
¿Sabías que nuestros ancestros ya conocían el poder curativo de ciertas plantas para combatir las piedras en los riñones?
Es fascinante cómo esta sabiduría antigua ahora está siendo confirmada por la ciencia moderna, especialmente cuando hablamos de aliviar esos dolorosos cálculos renales - esos pequeños, pero terribles depósitos de minerales que pueden causarnos tanto sufrimiento.
Existen al menos 12 plantas medicinales que han demostrado científicamente ser efectivas para prevenir o incluso ayudar a disolver estos cálculos.
Lo más impresionante es que estas plantas no solo actúan como diuréticos naturales, sino que también tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Algunas incluso pueden ayudar a descomponer los cálculos, ¡algo que me parece realmente sorprendente!
Pero cuidado, aunque estas plantas sean naturales, no debemos automedicarnos.
Cada cuerpo es un mundo y lo que funciona para uno puede no ser lo mejor para otro.
Por eso, siempre es importante consultar con un médico antes de comenzar cualquier tratamiento con plantas medicinales.
Además, hay que recordar que estas plantas son solo una parte de la solución: mantener una buena hidratación y una dieta equilibrada es igual de importante.
Uno de los consejos más comunes para calmarse es: "respira hondo".
Aunque bien intencionado, este consejo puede ser contraproducente si no se aplica correctamente.
Respirar hondo puede parecer la solución más intuitiva para calmarse, pero muchas personas, en el intento, acaban hiperventilando sin darse cuenta.
La hiperventilación ocurre cuando inhalamos demasiado aire o respiramos rápidamente, lo que provoca una disminución de los niveles de dióxido de carbono en la sangre y puede intensificar los síntomas de ansiedad.
¿Sabías que el perejil, esa hierba que adorna tus platos, es una auténtica joya nutricional? Más allá de su uso culinario, el perejil ofrece múltiples beneficios para la salud, desde fortalecer el sistema inmunológico hasta mejorar la digestión.
Sorprendentemente, 100 gramos de perejil contienen aproximadamente 133 mg de vitamina C, superando incluso a las naranjas en este nutriente esencial.
Además de su alto contenido en vitamina C, el perejil es una excelente fuente de vitamina K, proporcionando más del 500% de la ingesta diaria recomendada en solo 30 gramos.
Originario de la región mediterránea, el perejil (Petroselinum crispum) ha sido valorado desde la antigüedad.
Los griegos lo consideraban sagrado y lo utilizaban en ceremonias, mientras que los romanos lo empleaban tanto en la cocina como en la medicina tradicional.
Con el tiempo, su cultivo y uso se extendieron por Europa y el resto del mundo, convirtiéndose en un ingrediente esencial en diversas gastronomías.
En este vídeo te explico sus beneficios, formas de uso y las precauciones que debemos seguir.