En realidad, es muy frecuente y casi todos hemos tenido algún dolor de este tipo en mayor o menor medida.
Es uno de los principales motivos de consulta médica. Causa mucho sufrimiento y mucho absentismo laboral con un gasto social considerable.
En este artículo encontrará información sobre el dolor de espalda alta, media o baja de diferentes intensidades y debidas a causas diversas, así como temas relacionados como son los procedimientos diagnósticos y los remedios y tratamientos disponibles.
El objetivo es dar información la más precisa posible para que aumentes tus conocimientos, puedas comunicarte mejor con tu profesional sanitario, médico o especialista de referencia.
Si mejora la comunicación, seguro que tomarás las decisiones lo más acertadas e informadas posible.
¿Qué es dolor de espalda? ¿Dónde se ubica o localiza el dolor de espalda?
La espalda está situada en la parte posterior del tronco que va desde el final de la parte inferior de la parte posterior del cuello y hombros hasta la cintura justo antes de los glúteos.
Algunos no estarán de acuerdo con esta definición e incluirán los dolores ubicados en el área posterior del cuello y el sacro.
¿Por qué?
Porque la mayoría de los dolores de la parte alta de la espalda tienen su origen en un dolor cervical que se extiende hacia abajo.
Porque muchos dolores de la zona baja de la espalda se extienden a la zona del sacro y glúteos.
¿Cuál es el nombre científico del dolor de espalda?
Como la línea de referencia de la espalda es la columna vertebral, muchas veces se usa el término raquialgia que significa dolor del raquis (columna vertebral).
Si el dolor es de la parte superior y media de la espalda se habla de dorsalgia (columna dorsal o torácica) y si es un dolor de la parte inferior de la espalda se habla de lumbalgia (columna lumbar). Este último es el que comúnmente llaman lumbago.
Si el dolor incluye ambas partes, el nombre utilizado es dorso-lumbalgia.
Otros términos que podemos encontrar son cervicalgia para el dolor de la zona posterior del cuello (columna cervical), sacralgia para el dolor de la parte inferior a nivel de glúteos y coccigodinia para el dolor del cóccix.
¿Qué tipos de dolor de espalda existen?
- Mecánicos, simples o inespecíficos: son más del 80 % de los casos. Mejoran con el reposo y empeoran con el movimiento.
- Inflamatorios o específicos: hay una causa reconocible. No mejora con el reposo y a veces empeora. Puede ser nocturno y despertar por la noche.
- Referidos: la causa está fuera no está en huesos ni articulaciones o directamente procede de fuera de la espalda.
- Radiculares: debido a una compresión nerviosa al salir de la columna, normalmente, lumbar.
¿Cuáles son los síntomas del dolor de espalda?
Se puede clasificar en un dolor agudo o crónico según su duración. Si dura menos de 6 semanas es agudo y si dura más de 6 semanas es crónico.
El dolor agudo es el más frecuente y lo normal es que se resuelva en menos de dos semanas.
Los signos y síntomas de dolor de espalda pueden variar en intensidad desde una molestia leve perfectamente soportable a un dolor intenso difícil de soportar.
Se puede presentar en forma de dolor muscular, dolor punzante o asociarse a parestesias, es decir, a un cosquillo o sensación entumecimiento de la zona.
En los casos de lumbociatica el dolor puede irradiarse o extenderse desde la zona lumbar baja hacia el glúteo hasta el resto de la pierna pudiendo llegar hasta el pie.
Todo esto afectará en mayor o menor grado a la capacidad que tiene la persona de moverse como por ejemplo flexionar o girar el tronco o mover las piernas.
La flexibilidad de la espalda estará limitada y su rango de movimiento disminuido.
Hay manifestaciones de síntomas y signos que dependerán de las causas concretas del dolor.
¿A quién consultar por dolor de espalda?
Se refieren a cuál es el médico para el dolor de espalda o cuál es el especialista en dolor de espalda.
De entrada, lo normal es tener un médico de referencia al que consultar y que suele es el médico de familia. La mayor parte de las veces el problema es leve y se puede resolver en un centro de salud de atención primaria.
En caso de que no se resuelva, ¿dónde se deriva?
No hay una respuesta única. Todo lo que hace referencia a los problemas de la espalda es un área de la medicina amplia que abarca varias especialidades y profesionales sanitarios. Muchas veces tienen que funcionar en equipo dependiendo de las causas del dolor para atender al paciente de forma adecuada.
Las especialidades que abordan y tratan los diferentes tipos de dolor de espalda son la traumatología, reumatología, rehabilitación, neurocirugía, fisioterapia, incluso podología.
En todas estas ramas sanitarias se pueden atender los problemas de la espalda.
¿Cuál es la causa del dolor de espalda? ¿Por qué tengo este dolor?
Para hacer el diagnóstico hay que evaluar al paciente, preguntar por sus síntomas, explorar sus signos y valorar si hay que pedir pruebas complementarias adicionales.
- El caso más frecuente es el dolor de espalda inespecífica (>80 %). Suele ser causado por alteraciones en la posición o de la curva estructura de la columna. Esto crea una sobrecarga que acabará generando dolor.
Al levantar objetos pesados de forma habitual, hacer movimientos bruscos como inclinaciones, giros, estiramientos, malas posturas, estar de pie, agachado o sentado mucho tiempo puedes sufrir contracturas musculares.
Este aumento de la tensión de los músculos de la espalda y los ligamentos espinales puede dar dolor.
Puede estar relacionado con la actividad cotidiana, laboral o con actividades deportivas.
Alteraciones de la curvatura vertebral pueden ser hiperlordosis lumbar o cifosis dorsal que son curvaturas más exageradas de la columna o la escoliosis, en donde se curva hacia un lado. Pueden dar dolor, pero darse cuando son graves.
- Después, hay un porcentaje de causas específicas o secundarias, es decir, hay alguna afección o enfermedad que está en el origen del dolor.
En algunos casos, la artritis en la columna vertebral puede causar un estrechamiento del conducto por donde pasa la médula espinal. Es la estenosis del canal espinal y causa dolor.
También pueden ser infecciosas o tumorales (benignos o malignos), aunque son más raras.
Una causa a tener en cuenta es la osteoporosis. No duele en sí misma. El problema es que los huesos se vuelven porosos y más quebradizos, de modo que las vértebras de la columna vertebral puede llegar a sufrir facturas o microfracturas por compresión que sí duelen.
- Tenemos el dolor de espalda referido. Esto significa que el dolor no tiene su causa en la espalda, sino fuera de ella como el corazón, pulmón, aparato digestivo, aparato urinario o genital. El problema es que repercute en alguna zona de la espalda: meteorismo, dismenorrea, aneurisma disecante, dismenorrea.
- Por último, el dolor radicular. La causa más frecuente es la hernia discal.
El material blando de su interior se puede abultar y romper presionando algún nervio o raíz nerviosa que sale entre las vertebra.
En el caso de que no haya compresión nerviosa no habrá dolor. Por eso podemos encontrar hernias discales en personas que dicen no tener dolor.
Dentro de todas estas causas, lo importante es detectar las potencialmente peligrosas. Para eso el profesional se fija en señales de alarma que pueden indicar que hay algo grave.
Entra las causas de dolor de espalda se puede distinguir las del dolor de espalda baja, media o alta.
Y dentro de cada una de estas localizaciones habrá que ver si el dolor es del lado derecho, izquierdo o bilateral (ambos lados).
Todos estos datos nos ayudaran a saber el origen del dolor de espalda y saber por qué lo tienes y de dónde viene dicho dolor.
¿Cuáles son las consecuencias del dolor de espalda?
Sin lugar a duras, tener problemas de espalda es algo serio porque afectan la calidad de vida de un gran número de personas.
Muchas veces a lo largo del día tenemos que levantar algún objeto y estarás limitado, subir por las escaleras también suele afectarse y en algunos casos al estar de pie o sentado.
¿Cuándo podemos sospechar que un dolor de espalda es peligroso o puede ser grave?
Es recomendable buscar atención inmediata si tu dolor de espalda:
- La mayor parte de las veces el dolor de espalda mejora gradualmente en menos de dos semanas. Si dura más, has de consultar.
- Es un dolor muy fuerte y no mejora en reposo.
- Aparece tras un traumatismo como un golpe en la espalda, caída o accidente.
- Te causa problemas en la vejiga o intestinales.
- Se asocia a fiebre.
- Se acompaña de una pérdida de peso inexplicable.
- Se extiende hacia una o las dos piernas, sobre todo si va más allá de la rodilla con hormigueo o entumecimiento en extremidades.
- Si empieza el dolor por primera vez tras los 50 años.
- Si padeces alcoholismo o adicción a drogas.
- Antecedentes de osteoporosis, cáncer, consuman de corticoides.
¿Cómo se diagnostica?
Según tipo de dolor habrá que ver si hay que pedir pruebas complementarias como analíticas, radiografías, tomografías, resonancias, gammagrafías, densitometrías o electromiografías.
Todo dependerá del tipo de dolor, de la sospecha de la causa y de las señales de alarma.
¿Qué factores predisponen a los problemas de espalda?
- Edad. El dolor de espalda es más frecuente conforme envejecemos, sobre todo después de los 30 o 40 años.
- Malos hábitos posturales. Usar la espalda en lugar de las piernas al hacer según que esfuerzos y movimientos puede provocar dolor de espalda.
- Sedentarismo. Si haces poca actividad física, tus músculos se debilitan por falta de uso y es más fácil sufrir lesiones.
- Sobrepeso y obesidad. Es una carga adicional para tu espalda. Es como si llevaras todo el día una mochila con los kilos que sobran.
- Tabaquismo, alcoholismo, adicción a otros tóxicos.
- Enfermedades: Osteoporosis, algunos tipos de artritis y cáncer que ya hemos dicho pueden contribuir al dolor de espalda.
- Problemas psicológicos: la depresión y la ansiedad parecen aumentar el riesgo de dolor de espalda.
¿Cómo podemos prevenir este problema?
¿Qué tipo de actividad física es recomendable?
Fortalecer la musculatura con ejercicios abdominales y de la espalda sirven para reforzar toda la base del tórax y así actúe como una faja natural para la espalda.
Todo esto hay que personalizarlo según las preferencias personales y es mejor que lo hables con tu médico o fisioterapeuta.
Tanto llevar una alimentación equilibrada y sana como la actividad física son importantes para mantener un peso adecuado y evitar que se sobrecargue la espalda.
Aunque hay que tener en cuenta que estas recomendaciones son aplicables, incluso con el peso normal.
¿Qué remedios y tratamiento tienen?
No es lo mismo un dolor de espalda inespecífico, que uno debido a una espondilitis anquilosante, un tumor, una estenosis de canal o una hernia discal.
Muchas de las recomendaciones generales que se explican se refieren a los dolores más frecuentes que son mecánico y más leve.
Hay que ir con cuidado porque al ser un problema tan frecuente hay muchos productos milagro que prometen solucionar el dolor sin que haya prueba de ello.
En realidad, algunas de estas recomendaciones como calzados, plantillas, sillas, colchones, almohadas, etc. pueden ayudar a algunas personas y no a otras. Muchas veces simplemente es ver lo que es más cómodo para ti.
En el dolor agudo habrá que hacer reposo relativo. A veces con dos días es suficiente. Esto significa que hay que seguir desarrollando actividades dentro de los límites del dolor.
El reposo absoluto no se recomienda por el peligro de que el dolor se haga crónico debido a una posible atrofia de la musculatura.
Se hacen recomendaciones de frío o calor, uso de fajas o corsés, masajes y fisioterapia.
Esto es algo que debe individualizaré porque muchas veces hay polémicas y no existe un acuerdo unánime sobre qué es lo mejor para todo el mundo.
La educación en higiene y mecánica postural es importante para la prevención tal y como he dicho anteriormente.
¿Qué fármacos suelen usarse?
También se combinan con antinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, pero hay que tomarlos a las dosis adecuadas y hay que valorar individualmente según el beneficio en relación al riesgo de problemas gastroduodenales, renales y cardiológicos.
A veces los AINE se usan en forma de pomadas, cremas o geles de aplicación local, pero su eficacia es menos. Otras veces se recomienda la capsaicina.
Se pueden asociar relajantes musculares para disminuir la contracción muscular, pero no debe prolongarse porque suelen causar somnolencia y dependencia.
En casos más graves se pueden añadir corticoides y casos de dolor severo los opioídes.
Otra opción las infiltraciones epidurales que tienen eficacia a corto plazo.
Si hay afectación neurológica incapacitante, puede ser necesaria la cirugía.
En casos en los que haya una afectación psicológica importante o problemática psicocial, se valoran los tratamientos psicológicos y psiquiátricos o la intervención del trabajador social.
Recuerda que este contenido es informacional y que si tienes un problema de salud debes consultar con tu médico.
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