Tratamiento de la anemia ferropénica

En las anteriores entradas hablé de los síntomas de la anemia y de la anemia microcítica, de la macrocítica y la normocítica. En esta hablaré del tratamiento de un caso específico de anemia microcítica: la ferropénica.

Después del vídeo dejo la transcripción.



En este vídeo voy a hablar del tratamiento de la anemia ferropénica.

Ya comenté que la anemia ferropénica es la más frecuente que nos encontramos.

Es un tipo de anemia microcítica y como su nombre indica es debida a un déficit o falta de hierro en el organismo.

¿Cuál es el objetivo del tratamiento? 

Pues tratar la causa de la anemia en primer lugar y, por supuesto, normalizar la hemoglobina.

¿Qué se suele utilizar?

Sales ferrosas como el sulfato ferroso, pero también se puede utilizar fumarato, gluconato u otros.

¿Dosis?

Pues normalmente entre 100-200 mg de hierro elemental al día. Se suele dar en ayunas. ¿Por qué? Para que la absorción sea mejor.

Problema que nos encontramos... que muchas veces... un porcentaje de veces...provoca intolerancia digestiva.

¿Qué hacemos en esta situación?

Podemos fraccionar las dosis. Ir aumentado las dosis de forma progresiva. A veces incluso darlo durante las comidas. en vez de darlo en ayunas. O también a veces se utilizan otros compuestos de sales ferrosas como por ejemplo el lactato que se puede administrar de forma líquida. Y también utilizando dosis que vamos aumentando progresivamente. Hay que avisar al paciente de que las heces, por el efecto del hierro, se vuelven negruzcas. +

Y hay que ir con cuidado en no confundirlo con melenas.

¿Qué factores pueden influir en la absorción de hierro que estamos administrando vía oral? 

Hay factores que pueden aumentar la absorción, como por ejemplo el consumo de carne, el consumo de vitamina C y otros productos pueden disminuir esta absorción, como por ejemplo el café, el té, la leche, la yema de huevo, los cereales.

Los fármacos también pueden interactuar y afectar la absorción de hierro, por ejemplo, disminuyen la absorción toda la serie de fármacos que se dan para la úlcera como por ejemplo el omeprazol, la ranitidina, los antiácidos, el bicarbonato. También disminuyen la absorción el calcio y hay algunos antibióticos como las quinolonas, las tetraciclinas que también disminuyen la absorción de este hierro que damos vía oral.

¿Qué ocurre tras empezar el tratamiento? 

Pues cuando hay una respuesta favorable al tratamiento nos encontramos con un aumento de la cifra de reticulocitos los 7-10 días después y va habiendo un aumento progresivo de las cifras de hemoglobina.

¿Cuándo hacemos los controles? 

Normalmente, se hace un control inicial al final de un mes o mes y medio. Se pide un hemograma y normalmente a estas 4 semanas de tratamiento la hemoglobina habrá aumentado unos dos miligramos por cien, aproximadamente.

Si no es así, tendrás que reevaluar la situación. Puede ser que haya una falta de respuesta al tratamiento.

Las causas que suelen ser el origen de una falta de respuesta al tratamiento: en primer lugar el incumplimiento terapéutico, es decir, que no se haga el tratamiento o se haga mal. Que la dosis que estés dando es insuficiente o puede haber unas pérdidas persistentes. Ya comentamos que en mujeres en edad fértil suelen ser pérdidas menstruales y en mujeres postmenopáusicas o en hombres por pérdidas digestivas. Puede ser que estas pérdidas sean mayores a la absorción del hierro que administras o que haya una causa mixta, o sea, que no solo sea por falta de hierro, sino que haya alguna otra enfermedad subyacente que contribuye a la anemia. Entonces habrá que reevaluar la situación.

El control final que se hace es un hemograma y una ferritina. Y normalmente, según la situación lo harás a los 4-6 meses después de haber empezado el tratamiento. Se recomienda que la ferritina sea superior a 50 nanogramos/ml.

El tratamiento, a pesar de que se haya normalizado la hemoglobina y la ferritina, se recomienda seguir con el tratamiento de hierro vía oral durante 3 a 6 meses después de que se haya normalizado la hemoglobina.

También existe el tratamiento parenteral, endovenoso, que utiliza en el hospital, con hierro... ¿Cuándo se utiliza? Pues normalmente cuando hay una intolerancia muy fuerte al hierro oral. No hay manera de que lo tome. O cuando hay una mala absorción, que está demostrada, que impide que sea eficaz la administración oral. Y también se realiza la administración parenteral en casos más severos en los que quieres evitar una transfusión y entonces se realiza un aporte rápido por vía parenteral.

¿Existe una prevención? 

Pues sí, puede haber una prevención de la anemia ferropénica. Tenemos dos situaciones:

Una sería la gestación. Según la OMS recomiendan que en los países en vías de desarrollo se dé una prevención, una profilaxis de 60 mg al día de hierro a todas las mujeres gestantes. En cambio, en países desarrollados no está justificado de forma universal y solo se daría en mujeres que tengan una anemia ferropénica o una ferropenia y en pacientes de riesgo. Mujeres gestantes que son multíparas, en gestantes adolescentes y en gestantes vegetarianas.

La otra situación de prevención sería la hipermenorrea, que se podrían dar unas dosis de 80 mg al día, pero solo durante la menstruación en mujeres que hayan tenido anemias ferropénicas de repetición con por esas causas. Espero que este repaso rápido haya sido útil. Recuerda suscribirte, si no estás ya suscrito, y compartir en redes sociales. Muchas gracias.

Dr. Alberto Sanagustin
@alsanagust
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