Por Alberto Sanagustín
Como comentábamos en las entradas anteriores, la lumbalgia más frecuente es la simple o mecánica (un 80%) que
junto a la radicular (lumbociatalgia) constituirán la mayor parte de los casos.
El tratamiento es similar en ambas.
Si hemos descartado los casos
potencialmente graves (criterios de alarma), las lumbalgias inflamatorias y las
referidas, el tratamiento se basará en:
1-Reposo relativo:
Normalmente de dos a cuatro días. Hay que
valorar la situación concreta de cada paciente.
No se aconseja el reposo absoluto, sino el
empezar las actividades lo antes posible. El reposo absoluto puede empeorar la
evolución.
2-Calor local:
Hay discusión, pero se suele recomendar el
calor local porque mejora la elasticidad del tejido conjuntivo y con ello el
dolor y la rigidez.
3-Fármacos:
Se recomienda el paracetamol y, si no
responde bien, puede asociar algún opioide débil (codeína, tramadol) o algún antiinflamatorio (AINE). No parece
haber diferencias significativas entre ellos. Hay valorar las contraindicaciones
y posibles efectos secundarios.
Relajantes musculares:
Pueden ser tipo benzodiacepina o no
benzodizapínico. No parece haber muchas diferencias.
Se recomienda darlo cuando hay contractura
muscular y durante un corto espacio de tiempo: 5 a 7 días.
Antidepresivos:
En lumbalgias más cronificadas se ha usado el triptizol a dosis bajas porque
puede mejorar la sintomatología. Otros antidepresivos no han demostrado
efectividad. Hay que valorar el contexto
clínico del paciente.
Anticonvulsivantes:
En lumbalgias crónicas también se usan
anticonvulsivantes como la pregabalina o la gabapentina. Los resultados son
variables.
Corticoides:
Los corticoídes durante una
semana también se usan en casos más rebeldes con poca respuesta a AINES. Los resultados varían según el paciente.
Si el dolor dura más de 4 semanas, hay que reevaluar al paciente y
valorar la petición de pruebas complementarias, así como su derivación a
rehabilitación, taumatología, neurocirugía o reumatología.
Se deriva a reumatología si tienes
sospecha de lumbalgia inflamatoria.
En otros casos se puede derivar a rehabilitación y pueden pautarle fisioterapia o Escuela de la Espalda.
Y por último en traumatología o neurocirugía
valorarán si es tributario de infiltraciones o intervención quirúrgica o
derivación a Unidad del Dolor.
La cirugía dependerá del grado de hernia discal o estenosis
de canal, así como de la afectación clínica. Hay que individualizar cada caso
porque la correlación entre las pruebas de imagen la clínica es baja.
Hay casos en los que el contexto psicosocial del paciente puede hacer necesaria la terapia cognitivo-conductual.
Advertencia:
Si usted es un paciente, tenga en cuenta
que lo expuesto aquí es un contenido meramente informativo. No debe demorar la consulta médica ni autotratarse por lo
leído aquí. Debe consultar con su médico si tiene un problema lumbar para
que valore su situación concreta y el tratamiento. Nada puede sustituir la
relación individual médico-paciente.
Recursos de la serie artículos y vídeos de lumbalgia:
- Guía de Actuación de Atención Primaria, 4ª edición. SemFyC
- http://www.fisterra.com
- Las 50 principales consultas en medicina de familia. Un abordaje práctico basado en la evidencia. Agencia Laín Entralgo para la Formación, Investigación y Estudios Sanitarios de la Comunidad de Madrid y Pfizer.
- Las imágenes que uso en los vídeos y que no he dibujado yo mismo, las he buscado en Wikipedia. Son imágenes de dominio público o Creative Commons. Las referencias están en la descripción del vídeo del canal.